Durante el recorrido, los verdes de la zona húmeda cambian por la inmensidad agreste, para aparecer nuevamente en un paraíso vegetal donde el río Chico domina el escenario.
A veces las formaciones geológicas son un destino turístico en sí mismas y nos permiten la posibilidad de encontrar espacios naturales de gran belleza. El río Chico, encajonado y con tres saltos de agua fantásticos, es uno de ellos.
https://www.welcomeargentina.com/elbolson/cascadas-el-saltillo.html
Nuestro viaje hacia el Sur patagónico tuvo como inicio la ciudad de El Bolsón y nos desviamos unos kilómetros para llegar a nuestro objetivo de la primera etapa: el Saltillo. Para ello, luego de transitar por rutas pintorescas, llegamos al pueblo conocido como Cushamene, desde donde atravesamos varios campos particulares y tranqueras para alcanzar el río Chico.
Realizamos una caminata intensa a lo largo de su cañadón y apreciamos sus distintas formaciones rocosas y la gran cantidad de colores que muestran los minerales que las componen. Cuando llegamos a una falla del terreno, muy abajo observamos el río, encajonado y con una serie de cascadas que caían en unas enormes hoyas rodeadas de vegetación. La de mayor altura, unos 20 metros, era el famoso Saltillo.
Bajamos unos cien metros hasta acceder al cauce, cuyo caudal varía de acuerdo a la época del año, las lluvias y el deshielo. Nos bañamos y disfrutamos de ese espacio increíble, cuyos altos paredones no permiten que se vea a distancia, lo cual hace más misterioso su encuentro. Caminamos, caminamos y caminamos varios kilómetros y continuamente la presencia de las rocas nos impactaba.
Otra sorpresa de la zona fue recorrer el río Chubut y descubrir una enorme piedra de unos 200 metros de altura, fácil de reconocer desde lejos. Se ubica en una enorme planicie en el antiguo lecho del río y algunos escaladores experimentados realizan intentos de llegar a su cima. El punto de referencia es el pueblo de Gualjaina, conocido especialmente por los amantes del turismo de aventura por sus circuitos imperdibles.
Nuestro viaje siguió a través de la ruta nacional 40 hacia el sur. La imagen de esos espacios patagónicos quedó en nuestra mente para siempre.