El cerro Hielo Azul posee uno de los glaciares más importantes de la zona. Sus grietas de hielo se tiñen de un color azul profundo que cautiva a sus visitantes.
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El cerro Hielo Azul posee uno de los glaciares más importantes de la zona. Sus grietas de hielo se tiñen de un color azul profundo que cautiva a sus visitantes.
Dentro de la geografía próxima a El Bolsón, uno de los cerros más bellos recibe el nombre de Hielo Azul y es, para muchos, uno de los más pintorescos para ascender y ver todo desde más arriba.
A los 1.500 metros sobre el nivel del mar existe un refugio donde los visitantes pueden disfrutar de un imponente anfiteatro natural de rocas rodeado por un bosque de lengas que durante los inviernos más fríos se encuentra nevado.
Una pequeña cabaña de troncos da albergue a quienes se animaron a llegar hasta allí. Además, este refugio es ideal para acampar, siempre que se tenga conciencia de lo cauteloso que se debe ser para evitar incendios forestales.
El recorrido total es de seis horas de ida desde el río Azul y cuatro horas de vuelta, ya que el camino se vuelve más rápido por el declive. Se trata de una subida pronunciada con un desnivel de 1.200 metros. El sendero cruza el río Azul a los 300 metros sobre el nivel del mar.
Se parte desde la ciudad de El Bolsón hasta el camping Hue Naim, que se encuentra a tan solo 8 kilómetros sobre la costa del río Azul, y desde allí el visitante comienza a buscar el camino siguiendo el curso del río. El sendero está muy bien marcado y es difícil perderse.
El camino sube con mucha pendiente unos quince minutos hasta llegar a una pequeña construcción (muy vieja), que debe bordearse. Luego aparecen en el camino varios arroyitos (en verano suelen estar secos) y se continúa subiendo mientras la vegetación se va haciendo más baja y más abierta, hasta llegar a un mallín denominado Mallín de los Palos.
Una vez que se cruza el mallín, el camino se vuelve más empinado y empieza a subir abruptamente hasta llegar a una pequeña cumbre donde la vista panorámica del río Raquel es única: el cauce de este río corre más de 200 metros bajo nuestros pies.
Se sigue subiendo hasta que se llega a un punto donde el camino se bifurca y debe tomarse el de la izquierda. Si bien se encuentra bien marcado, suele prestarse a confusiones cuando no se conoce la zona. Por ello, muchas veces se recomienda realizar esta excursión en grupos.
A partir de este punto, la picada sigue más suave hasta tomar contacto con el arroyo Teno y bordeándolo se llega finalmente al buscado refugio. Desde el refugio, se puede llegar hasta el glaciar del Hielo Azul, la cumbre del Barda Negra; desde aquí la vista de la cordillera es excelente.
Un lugar único, en los alrededores de una ciudad imperdible.